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a todos la bienvenida a nuestro blog, en el que trataremos de publicar la máxima información acerca de los trasplantes.
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Gracias.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Trasplante de RIÑON

El riñón fue el primer órgano trasplantado en un hombre que logró buenos resultados. Era el órgano más fácil a trasplantar, pues la prueba de compatibilidad era simple, era fácil de extirpar e implantar, los donantes vivos podían ser usados y, en caso de fallo, la diálisis renal estaba disponible desde 1940. El porcentaje de éxito en un trasplante de riñón, permite que más del 90% sobrevivan al año; más del 80% a los 3 años y se ha comprobado que alrededor del 50% de riñones trasplantados, son funcionales entre los 10 y 15 años, siendo los riñones de donantes vivos emparentados, los que funcionan mejor.
El motivo principal por el que se realiza esta intervención es una enfermedad renal en etapa terminal (ESRD), que se presenta cuando los riñones no eliminan desechos y exceso de líquidos y son incapaces de controlar los electrolitos y minerales. Con este procedimiento se libera a los pacientes de la necesidad de diálisis.

REQUISITOS
Las personas que son consideradas como no elegidas para trasplantes de riñón son:
-Personas que padecen cáncer o tienen antecedentes para ello.
-Ciertas infecciones como TB u osteomielitis. 
-Infecciones como hepatitis o VIH, que sean consideradas activas.
-Dificultad para tomar medicamentos prescritos varias veces al día durante el resto de su vida.
-Enfermedad hepática, cardiovascular o neumopatía.
-Otras enfermedades potencialmente mortales.
-Tabaquismo, consumo de alcohol, drogas u otros hábitos de riesgo del estilo de vida.
El riñón donado puede provenir de:
1.      Donante vivo
a.       Emparentado con el receptor.
b.       No emparentado con el receptor debido a los nuevos tratamientos.
Se transportará el riñón sano en agua fría con sal (solución salina) que preserva al órgano hasta 48 horas. En este tiempo se realizarán pruebas de compatibilidad de la sangre y el tejido del donante y del receptor.
Se aplica anestesia general antes de la cirugía para estar dormido y no sentir dolor. Antiguamente se realizaba mediante una pequeña incisión pero actualmente se procede mediante cirugía laparoscópica ya que es menos dolorosa y es más rápida.
2.      Donante muerto (recientemente fallecido sin enfermedad renal crónica).
a.       Donantes en muerte cerebral: el corazón continúa latiendo y mantiene la circulación mediante soporte vital, fármacos o respiración mecánica/asistida. En esta operación la aorta será canulada y la sangre de los pacientes será sustituida por una solución helada de almacenamiento como Viaspan, HTK o Perfadex o Custodiol. Debido a esta temperatura una vez vertidas grandes cantidades de NaCl frío sobre los órganos el corazón se enfría y deja de bombear.
b.      Donantes en corazón parado: Minutos después de la parada cardíaca el paciente es llevado a quirófano para extraer los órganos y la solución de almacenamiento es irrigada a través de los órganos directamente. Como la sangre ya no está circulando es necesario prevenir coagulación mediante anticoagulantes como la heparina. 

PRUEBAS A REALIZAR ANTES DEL TRASPLANTE
Antes de ser trasplantado, el equipo médico realizará un examen y evaluación para verificar que se cumplen los requisitos para el trasplante de riñón.
1.      En el receptor: Teniendo en cuenta el limitado número de órganos versus el gran número de pacientes en diálisis se recomienda en general considerar activamente como candidatos a trasplantar a los pacientes con expectativas de vida de al menos 5 años. Estimaciones señalan que alrededor de un 30% de los pacientes en un programa de diálisis crónica cumplen con estos requisitos.
El donante y el receptor tienen que ser de grupo sanguíneo AB0 compatible. El riesgo de rechazo después del trasplante puede reducirse si el donante y el receptor comparten tantos antígenos HLA como sea posible, si el receptor no estuviera ya sensibilizado a antígenos HLA de donantes potenciales, y si los niveles de inmunosupresores son mantenidos en el rango apropiado. 
La evaluación inmunológica pretrasplante renal comprende los siguientes exámenes:
a)      Determinación del grupo sanguíneo ABO
b)      Crossmatch: Detecta anticuerpos anti-HLA preformados contra las células del donante en el suero del potencial receptor. Es equivalente a las pruebas cruzadas para transfusión de sangre. El resultado de un trasplante o una transfusión con crossmatch positivo es similar, lisis celular o rechazo hiperagudo con pérdida fulminante del injerto.
c)      Evaluación de la reactividad contra el panel: Se realiza periódicamente a los pacientes en lista de espera para trasplante y monitoriza la presencia de anticuerpos citotóxicos anti-HLA. Utiliza las pruebas serológicas de microlinfocitotoxicidad exponiendo suero del receptor a un panel de linfocitos T y B que expresan HLA representativos de la población. El resultado se expresa en porcentaje de reactividad siendo el máximo de un 100%. Cuanto mayor es el porcentaje más sensibilizado se encuentra de manera que son menores las probabilidades de tener un crossmatch negativo con un donante potencial.
d)     Tipificación HLA del receptor y de sus posibles donantes.
Además si está indicado se debe realizar un examen psicológico.

PROCEDIMIENTO
Se aplica anestesia general y se realiza una incisión en el área abdominal inferior. Se coloca el nuevo riñón dentro de la parte baja del abdomen, normalmente es colocado en un lugar diferente del riñón original (generalmente en la fosa ilíaca derecha dado su mejor abordaje quirúrgico). Se conectan la arteria renal previamente ramificada de la aorta abdominal del donante con la arteria ilíaca interna del receptor, y la vena renal que drenaba a la vena cava inferior en el donante con la vena ilíaca externa del receptor. El uréter del riñón implantado se unirá mediante sutura a la vejiga del receptor.

La cirugía tarda aproximadamente 3 horas y en caso de los diabéticos cuando este procedimiento se une a un trasplante de páncreas se le añaden 3 horas más. Normalmente, el riñón comienza a funcionar inmediatamente después de la operación pero depende de la calidad del órgano que puede hacer incluso que tarde unos días. La estancia habitual del receptor en el hospital está entre 4 y 7 días. Después de esto, se necesitará control cuidadoso por parte de un médico y exámenes de sangre regulares durante 1 o 2 meses.


COMPLICACIONES
  • Rechazo del órgano que puede ser hiperagudo (irreversible pues necesita nefrectomía, aparece a los pocos minutos u horas de realizada la revascularización del injerto), agudo (aparece en las primeras semanas o meses del trasplante que se puede producir por el patrón túbulo-intersticial o por patrón vascular, siendo este último más difícil de superar) o crónico (aparece en periodos tardíos de trasplante y  se asocia con fallos de histocompatibilida
  • Infecciones y sepsis debido a las drogas inmunosupresoras que son requeridas para disminuir el riesgo de rechazo.
  • Sangrado de la pared abdominal, fosa ilíaca u órgano trasplantado.
  • Desequilibrios en los electrolitos como calcio y fosfato que pueden causar problemas en los huesos.
  • Desorden linfoproliferativo post trasplante (una forma de linfoma debido a los inmunosupresores).
  • Efectos secundarios de los medicamentos como inflamación y ulceración gastrointestinales del estómago y esófago, hirsutismo (excesivo crecimiento del pelo en un patrón masculino), pérdida del pelo, obesidad, acné, diabetes mellitus (tipo 2), hipercolesterolemia, etc.
  • Infección por cytomegalovirus y/o pargovirus debido a la inmunosupresión.
Los receptores deberán tomar medicamentos inmunosupresores de por vida para evitar el rechazo del riñón trasplantado. Estos tienen efectos secundarios y aumentan el riesgo de contraer algunas infecciones, virus y algunos tipos de cáncer. La función de estas medicinas es suprimir el sistema inmune y evitar el rechazo del riñón del donante. Actualmente las más usadas son: tacrolimus, micofenolato y prednisona. Sin embargo, en algunos casos estos pueden ser sustituidos por ciclosporina, rapamicina o azathioprine

El rechazo no significa la pérdida del órgano, sino que puede requerir un tratamiento adicional, sin embargo, si falla un trasplante los pacientes pueden regresar a diálisis y esperar otro trasplante.

Algunos estudios sugieren que cuanto más tiempo permanezca un paciente en diálisis antes del trasplante, menos tiempo durará el riñón. No está claro por qué ocurre esto, pero se conoce que idealmente, el trasplante renal debe producirse antes de que el paciente comience en diálisis.



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