BIENVENIDA



Hola, somos Laura e Iria, y queremos daros
a todos la bienvenida a nuestro blog, en el que trataremos de publicar la máxima información acerca de los trasplantes.
Esperamos que os guste.
Un saludo.
Gracias.

jueves, 20 de enero de 2011

Trasplante de INTESTINO

El primer trasplante de intestino en España fue realizado en el año 1999 a un niño de tres años que sufría una displasia microvellositaria que le impedía absorber los nutrientes y le producía una situación de fracaso intestinal. El niño dependía de la nutrición parenteral desde su nacimiento por lo que cada vez era más difícil encontrarle posibles vías de manera que la única alternativa posible era el trasplante. Sin embargo, no sería hasta el año 2002 cuando se realizaría en España el primer trasplante de intestino con éxito en adultos, siendo en este caso una mujer que padecía un tumor intestinal que no tenía ninguna otra alternativa al trasplante.

Los injertos intestinales pueden clasificarse en tres tipos:
1. Intestino aislado
2. Hepato-intestinal
3. Multivisceral (intestino, hígado, estómago, duodeno, páncreas y ocasionalmente riñón).

El trasplante de intestino se está consolidando como tratamiento del fallo intestinal para aquellos pacientes en régimen de nutrición parenteral domiciliaria que desarrollan efectos colaterales severos.

Indicaciones más comunes de trasplante intestinal
NIÑOS
ADULTOS
Gastrosquisis
Isquemia intestinal
Vólvulos
Vólvulos
Enterocolitis necrotizante
Enfermedad de Crohn
Atresia intestinal
Traumatismo abdominal
Pseudoobstrucción intestinal
Tumor desmoide
Enfermedad de Hirshsprung
Alteraciones de la motilidad

Síndrome de intestino corto

PRUEBAS A REALIZAR
Búsqueda de la compatibilidad ABO: En alguna ocasión se ha descrito el trasplante de órganos ABO compatibles no idénticos, pero el resultado ha sido decepcionante.
Tamaño del injerto y del receptor: Es preferible un órgano de un tamaño menor del que le correspondería al donante, pero debido a la alta mortalidad en lista de espera se pueden adoptar como alternativas técnicas quirúrgicas adicionales para reducir el tamaño del injerto
Serología de CMV (citomegalovirus): Son recomendables donantes con CMV negativos para evitar la enfermedad persistente por CMV postrasplante.

PROCEDIMIENTO
Los órganos que se utilizan en el transplante se llaman “injertos”. Los injertos intestinales a menudo provienen de alguien que ha fallecido. El transplante intestinal es un procedimiento complicado debido a que el tejido de cicatrización de una cirugía anterior podría dificultar el reemplazo del intestino viejo y dañado, así como porque puede haber mucho sangrado durante la operación.

En el donante
Se realizan esternotomía y laparotomía medias y se canula la aorta infrarrenal, perfundiendo después del clampaje. Para el intestino aislado se moviliza el intestino entero desde el yeyuno en el ligamento de Treitz hasta el colon descendente. Se diseca la vena mesentérica superior y se secciona inmediatamente inferior al páncreas. En caso de trasplante multivisceral o hepato intestinal se extraen todos los órganos en bloque y se desechan en cirugía de banco aquellos que no son necesarios. Es vital seccionar la aorta torácica lo más alto posible, intentando tener así la cantidad suficiente de la misma para poder anastomosarla directamente a la aorta del receptor, especialmente en el caso de donantes muy pequeños. La aorta inferior se secciona entre la arteria mesentérica superior y las arterias renales.
Es importante evitar un tiempo de isquemia mayor de 12 horas, aunque para garantizar un injerto óptimo es preferible que el tiempo sea menor de 9 e incluso de 7 horas.

En el receptor
El drenaje venoso del intestino aislado se deriva al sistema mesentérico del donante o a la misma vena cava. En el caso de trasplante hepatointestinal la anastomosis se realiza terminolateral en la cava suprahepática (técnica piggyback). La reconstrucción del tracto intestinal varía según los casos, en el caso de intestino aislado o injerto hepatointestinal lo más común es realizar una anastomosis laterolateral a través de yeyuno del donante para colocar un tubo de alimentación de yeyunostomía o un tubo doble de gastroyeyunostomía con el fin de descomprimir el estómago al tiempo que mantener alimentación enteral a través del yeyuno. 



En el caso de trasplante multivisceral la anastomosis se realiza entre el esófago y la pared anterior del estómago. En el extremo distal se realiza una ileostomía para facilitar el vaciado y la realización de endoscopias seriadas en el postoperatorio. La ileostomía se cierra entre 6 y 12 meses después del trasplante si el paciente está libre de rechazo. 

Otra posibilidad es realizar hepatectomía parcial y resección parcial del intestino (más complicado) o bien realizar plastias abdominales, colgajos de piel, músculo y fasciotomías, facilitando así el trasplante de órganos demasiado grandes para el receptor. Esta opción aumenta la oferta de injertos y disminuye el tiempo en lista de espera, sin la necesidad de esperar un injerto de tamaño adecuado. 

POSTRASPLANTE
- Se le administrarán líquidos por las venas, buena nutrición para ayudarlo a recuperarse, así como antibióticos y antivirales para disminuir el riesgo de infección.
- Se le administrarán medicamentos anti-rechazo. El rechazo del órgano es más común dentro de los primeros tres a seis meses después del transplante. Los medicamentos que ayudan a su organismo a aceptar el nuevo transplante intestinal son iguales a los utilizados en otros transplantes. Algunos de ellos son:
• Tacrolimus: que es el más frecuentemente utilizado.
• Corticosteroides.
• Anticuerpos que bloquean parte de la acción del sistema inmunitario.
• Mofetil micofenolato (Cellcept®) y sirolimus, también conocidos como rapamicina.

COMPLICACIONES
Las más comunes son:
1. Rechazo del injerto (70-90%): Se presenta normalmente en forma de fiebre, diarrea, malabsorción, débito hemático por la ileostomía, íleo paralítico o alteración de la analítica hepática. Puede ser leve, moderado o severo. Para la confirmación de esta complicación se realizarán biopsias y su posterior estudio anatomopatológico. 
2. Infecciones bacterianas, víricas o fúngicas siendo la sepsis la principal causa de muerte. Las descritas más frecuentemente son la peritonitis secundaria a perforación o dehiscencia de suturas, bacteriemia asociada a catéter y neumonía.
3. Enfermedad linfoproliferativa postrasplante que parece ser debida a las altas dosis de inmunosupresión necesarias y al alto contenido de tejido linfoide del intestino, relacionándose con el virus Epstein-Barr y con el tratamiento con OKT3.
4. Enfermedad injerto contra huésped: Las manifestaciones clínicas son rash cutáneo, fiebre y alteración de la analítica hepática.
5. Recurrencia de la enfermedad de base: Es rara pero se ha descrito en casos de enfermedad de Crohn y en pacientes con tumores desmoides y trasplante multivisceral.

Cabe decir que la supervivencia al año de los pacientes trasplantados después de 2001 es del 80% para intestino aislado y del 60% para el trasplante hepatointestinal, con supervivencias del injerto cercanas al 70%. El trasplante de intestino está cada vez más cerca de los resultados obtenidos en el trasplante de otros órganos sólidos, avanzando muy rápido gracias a la experiencia obtenida.

lunes, 3 de enero de 2011

Trasplante de CARA

El principal objetivo del trasplante de cara consiste en lograr beneficio en personas con caras desfiguradas a causa de quemaduras, traumatismos, enfermedades o malformaciones congénitas.

El primer trasplante de cara parcial del mundo sobre una persona viva se produjo en noviembre de 2005 en el Complejo Hospitalario Universitario de Amiens, Francia. En esta operación le fue injertado a la paciente un triángulo de tejido facial de la nariz y la boca de una persona fallecida. Sin embargo, anteriormente a este trasplante ocurriría en el año 1994 en la India la pérdida de cara y cuero cabelludo de una niña en un accidente con una trilladora. En este caso, sería su propia cara la que sería reconstruida pues se consiguió reconectar las arterias y reimplantar la piel.  

Recientemente, el 22 de Abril de 2010, el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona anunciaba que se había realizado con éxito el primer trasplante total de cara en el mundo. La intervención fue realizada el 20 de Marzo por 25 profesionales con una duración de 30 horas. El paciente era un hombre joven que sufría una deformidad severa en el rostro a causa de un traumatismo que le impedía respirar adecuadamente por nariz y boca. El resultado fue la reconstrucción de su rostro en forma de máscara, como réplica de su cara. Los tejidos obtenidos fueron colocados en líquidos de preservación de igual manera que cualquiera de los otros órganos de trasplantes. Es de señalar, por tanto, que al paciente no se le trasplantó la cara de otro individuo, sino que la intervención se basó en la implantación de médula ósea, un procedimiento totalmente innovador. 


Anteriormente a esto en España se realizaría en el año 2009 el primer trasplante de cara incluyendo mandíbula y lengua, operación realizada por el Dr. Cavadas en el Hospital La Fe de Valencia.

Y ya en el año 2010 el segundo trasplante de cara realizado en España y noveno del mundo. Cuya intervención tuvo lugar en el Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla por el cirujano plástico Pedro Tomás Gómez. 
PROCEDIMIENTO
El procedimiento consiste en una serie de operaciones que requieren equipos especialistas que se alternan. El objetivo es sustituir la cara del paciente teniendo en cuenta factores como tipo de tejido, edad, sexo y color de piel. En el trasplante también se incluye la grasa subyacente, los nervios y los vasos sanguíneos pero nunca el músculo. Se estima una duración de entre 8 y 15 horas con una estancia hospitalaria de entre 10 y 14 días.
En el caso del donante fallecido, se extrae la cara del donante en muerte cerebral y con latido cardíaco, al mismo tiempo que se preparan los vasos sanguíneos y las estructuras que se van a reconstruir del receptor. Posteriormente, se conecta el rostro del donante a ocho vasos sanguíneos, cuatro arterias y cuatro venas del receptor, para que la piel reciba la sangre. Además también se conectarán los nervios que controlan los movimientos faciales de la cara y la capacidad sensitiva. 
COMPLICACIONES
La posible complicación más habitual es la infección de la cara que puede hacer que se vuelva de color negro y que requiera un segundo trasplante o reconstrucción con injertos de piel. 
POSTOPERATORIO
Al igual que en el resto de los trasplantes, es necesaria la toma de medicamentos para suprimir el sistema inmune y para prevenir el rechazo. La inmunosupresión a largo plazo aumenta el riesgo de desarrollar infecciones peligrosas, dolor de riñón y cáncer.
Otra posible alternativa a un trasplante de cara es trasladar la piel de la propia espalda, nalgas o muslos del paciente a su cara. Esto se consigue mediante una serie de operaciones para recuperar las funciones normales aunque de manera limitada. El resultado en este procedimiento es una cara con escasa o nula movilidad y sin sensibilidad. 
Con todo ello actualmente existe un importante dilema ético en este tipo de trasplante que ha hecho que por ejemplo en Reino Unido todavía no haya sido aprobado. Hoy en día serán los parientes del donante los que deciden si se le extraen los tejidos faciales antes de desconectarlo de la máquina de soporte vital. Por ello, hay quien piensa que quedan posibilidades de que el donante pueda volver a respirar por sus propios medios tras haber hecho la donación, situación que por supuesto hace que muchos rechacen esta opción de donación.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Trasplante de CÓRNEA

El trasplante de cornea o queratoplastia es una intervención quirúrgica en la cual se sustituye tejido corneal dañado o enfermo por tejido corneal sano. Entre los objetivos que se  pretenden alcanzar al realizar un trasplante de cornea se encuentran mejorar la agudeza visual, restaurar la morfología de la cornea, eliminar tejido inflamado que no responde al tratamiento médico y mejorar la función estética.
El trasplante de córnea, también llamado queratoplastia, ha alcanzado hoy en día un alto grado de perfeccionamiento, y son miles los pacientes operados con éxito desde que se realizaron las primeras experiencias hace más de 50 años.
La córnea es la capa transparente en la parte frontal del ojo.  La córnea es un tejido de características únicas en el organismo y, precisamente por su falta de irrigación sanguínea, es el único tejido que acepta los trasplantes sin experimentar rechazo o, al menos, con las mínimas reacciones inmunológicas.
La donación de ojos y su posterior conservación en los llamados “bancos de ojos” permite actualmente efectuar trasplantes de córnea en el momento en que los pacientes lo precisen. Para hacer donación de los ojos sólo es preciso ponerse en contacto con alguno de los bancos de ojos próximos al lugar de residencia. Tras la muerte del donante y previa notificación al centro correspondiente, un equipo del banco de ojos efectúa dentro de las doce horas siguientes al fallecimiento la enucleación de ambos ojos, en el mismo lugar donde se encuentra el cadáver. Cada donación hace posible que se lleven a cabo dos trasplantes de córnea, es decir, que dos personas puedan recuperar la visión.

REQUISITOS
El transplante de córnea se recomienda para personas que tengan:
  • Problemas de visión causados por el adelgazamiento de la córnea, generalmente debido a queratocono.
  • Cicatrización de la córnea a causa de infecciones o lesiones severas.
  • Pérdida de la visión causada por opacidad de la córnea, generalmente debido a distrofia de Fuchs.

ANTES DEL TRASPLANTE
·         Comentar al médico acerca de afecciones que pueda tener.
·         Comentar al médico que medicaciones está tomando, incluyendo fármacos, suplementos y hiergas que haya comprado sin una receta.
·         Limitar los medicamentos que dificulten la coagulación de la sangre durante 10 días antes de la cirugía.
·         Puede tomar sus otros medicamentos diarios en la mañana de la cirugía; sin embargo, hay que consultar con el médico si toma diuréticos o insulina o pastillas para la diabetes.
·         Dejar de comer y beber la mayoría de líquidos después de medianoche la noche antes de la cirugía. Se puede tomar agua, jugo de manzana y café o té solo (sin crema ni azúcar) hasta dos horas antes de la cirugía.
·         No beber alcohol 24 horas antes o después de la operación.
·         Usar ropa suelta y cómoda el día de la cirugía.
·         No llevar puesta ninguna joya.
·         No aplicarse cremas, lociones, ni maquillaje en la cara ni alrededor de los ojos.
·         Necesitará que alguien lo transporte hasta su casa después de la cirugía.

PROCEDIMIENTO
La cirugía se puede realizar con anestesia total o local. el paciente puede retirarse el mismo día o permanecer por un corto periodo en observación.

Existen distintas técnicas o tipos de trasplante de cornea:

Trasplante corneal lamelar, este trasplante consiste en la sustitución del epitelio, la membrana de Bowmann y parte del estroma. Podríamos definirlo como un trasplante "parcial" de la cornea.


Queratoplastia lamelar posterior, DSEK su principal ventaja es que, mediante un abordaje posterior con una incisión escleral de 9 mm, puede accederse a recambiar el endotelio, la membrana de Descemet  y el estroma posterior mediante un disco donante con las mismas capas. Con esta incisión, se consigue  que el astigmatismo post-queratoplastia no sea un serio inconveniente; esta ventaja, unida a otras como la recuperación funcional más rápida convierte a esta técnica en una de las de mayor auge en los últimos años.



Trasplante corneal penetrante, consiste en la sustitución de la totalidad del tejido corneal, inclusive la membrana de Descemet y el endotelio.




COMPLICACIONES
Estadísticamente, los trasplantes de córnea presentan bajas posibilidades de rechazo, cuando estamos frente a un rechazo, la visión se nubla y se deteriora.
Los signos de alerta de un rechazo corneal son:
·         Excesiva sensibilidad ocular.
·         Enrojecimiento anormal.
·         Disminución de la visión.
Cualquiera de estos síntomas deben ser informados de inmediato a su oftalmólogo.
Algunas veces, el cuerpo rechaza el tejido trasplantado. Esto se presenta en un pequeño número de pacientes y a menudo se puede controlar con gotas oftálmicas con esteroides. El riesgo de rechazo disminuye con el tiempo, pero nunca desaparece por completo.
Otros riesgos del trasplante de córnea son:
  • Sangrado
  • Infección del ojo
  • Glaucoma (presión alta en el ojo que puede causar pérdida de la visión)
  • Inflamación de la parte frontal del ojo.

POSTRASPLANTE
El paciente se irá para casa el mismo día de la cirugía. El día del alta del post operatorio inmediato será advertido de los siguientes consejos para su cuidado y medicación:
·         Uso de las gotas oculares como fue prescripto, para ayudar a que el ojo sane, al igual que evitar infección y rechazo.
·         Ser cuidadoso en no frotar o presionar sobre el ojo trasplantado.
·         No realizar ejercicios físicos.
·         Uso de protectores. El médico le dará un parche para el ojo para que lo use durante aproximadamente de 1 a 4 días.
·         Preguntar a su oftalmólogo cuándo puede comenzar a conducir.
Su médico decidirá cuándo podrán removerse los puntos de la sutura dependiendo del grado de cicatrización. Usualmente, éstos son removidos luego de varios meses después de la cirugía (a partir de los 9 a 12 meses aproximadamente).

RESULTADO
La operación, efectuada generalmente en un solo ojo, permite una visión monocular, suficiente para el receptor.
Para que el trasplante sea realmente satisfactorio es necesario que el receptor tolere bien el injerto, que éste cicatrice de forma adecuada y que conserve además su trasparencia, lo cual determinará el éxito funcional y la recuperación de la visión. Las técnicas quirúrgicas actuales han resuelto casi por completo cada uno de estos problemas.

martes, 28 de diciembre de 2010

Trasplante de PÁNCREAS

Es una cirugía que se realiza para implantar un páncreas sano de un donante en un paciente con diabetes. Los trasplantes de páncreas le dan a la persona la oportunidad de no depender de las inyecciones de insulina.
 El trasplante de páncreas supone, hoy día, la única alternativa terapéutica capaz de restablecer una absoluta normalidad en las cifras de glucemia en el paciente diabético; además, va a frenar e incluso revertir las complicaciones derivadas de la diabetes.
Al igual que el trasplante renal, tiene por finalidad mejorar la calidad de vida.
Debido a estos riesgos que conlleva, el trasplante de páncreas rara vez se realiza solo. Casi siempre se hace cuando alguien con diabetes tipo 1 también necesita un trasplante de riñón.
                                         


REQUISITOS
Serán considerados como candidatos los pacientes que reúnan los siguientes requisitos:
·         Edad inferior a los 50 años.
·         Portadores de diabetes mellitus tipo 1.
·         Portadores de una insuficiencia renal en programa de diálisis, o bien se encuentren en fase preterminal, es decir cuando se prevé que en un corto periodo de tiempo (6-8 meses) precisarán de tratamiento substitutivo.
·         Ausencia de vasculopatía severa (insuficiencia coronaria grave o vasculopatía periférica avanzada).
·         Ausencia de otras enfermedades asociadas graves, también contraindicadas para el trasplante renal (hepatopatía severa, trastornos psiquiátricos, neoplasias malignas).
La cirugía de trasplante de páncreas no se recomienda a pacientes que tengan:
  • Enfermedad de pulmón o del corazón
  • Otras enfermedades potencialmente letales.
Los trasplantes de páncreas solitarios en casos de diabetes, sin el trasplante simultáneo de riñón, siguen causando controversia.

PROCEDIMIENTO
El páncreas sano se obtiene de un donante que haya sido declarado con muerte cerebral, pero que permanezca con soporte vital. El páncreas del donante debe cumplir numerosos criterios para garantizar que sea el apropiado.
Se trasplanta una porción de la primera parte del intestino delgado, llamada duodeno, junto con el páncreas donado. El páncreas sano se trasporta en una solución fresca que preserva el órgano hasta por 20 horas.
El páncreas enfermo del paciente no se extirpa durante la operación. El páncreas donado generalmente se coloca en la porción inferior derecha del abdomen del paciente. Los vasos sanguíneos del nuevo páncreas se conectan a los vasos sanguíneos del paciente. El duodeno donado se pega al intestino o vejiga del paciente para drenar las secreciones pancreáticas.
La cirugía para un trasplante de páncreas solo tarda aproximadamente tres horas. Sin embargo, la operación generalmente se realiza al mismo tiempo con un trasplante de riñón en pacientes diabéticos con enfermedad renal. La operación combinada demora alrededor de 6 horas.

COMPLICACIONES
  • Coágulos de sangre (trombosis venosa profunda).
  • Coagulación (trombosis) de las arterias o las venas del nuevo páncreas.
  • Inflamación del páncreas (pancreatitis).
  • Escape de líquido del nuevo páncreas donde se conecta al intestino o a la vejiga.
  • Rechazo.

CONVALECENCIA
El período de recuperación es en promedio de 3 semanas y se recomienda mover las piernas con frecuencia para reducir el riesgo de formación de coágulos o trombosis venosa profunda. Las suturas o grapas se quitan dos o tres semanas después de la cirugía y se debe reanudar la actividad normal tan pronto como sea posible, después de consultar con el médico, quien además puede prescribir una dieta especial.

RESULTADO
Si el trasplante tiene éxito, usted ya no necesitará aplicarse inyecciones de insulina, ni verificar su azúcar en la sangre diariamente ni seguir una dieta para diabéticos.
Hay evidencia que sugiere que las complicaciones de la diabetes, como la retinopatía diabética, pueden no empeorar -e incluso pueden mejorar- después de un trasplante de páncreas y riñón.
Hay que tomar fármacos para prevenir el rechazo del páncreas y el riñón donados por el resto de la vida del paciente.




domingo, 26 de diciembre de 2010

Trasplante de MÉDULA ÓSEA

En España los trasplantes de médula ósea comenzaron en 1981. El procedimiento consiste en depositar células madre de médula ósea sana en un paciente, logrando reemplazar la médula ósea que no está funcionando correctamente o que ha sido destruida por quimioterapia o radiación. Existen tres tipos: 
  • Trasplante autólogo (autotrasplante) Las células madre se toman del paciente antes de que éste reciba tratamiento de radioterapia o quimioterapia. Una vez realizada, el paciente recibe las células madre de nuevo.
  • Trasplante Alogénico (Alotrasplante): Las células madre provienen de la médula ósea del donante o de su sangre. La mayoría de las veces, un donante debe tener el mismo tipo genético del paciente, de modo que su sangre "sea compatible" con la del paciente. Los exámenes de sangre especiales establecerán si un posible candidato es un donante compatible con el paciente.
  •  Trasplante de sangre del cordón umbilical: Las células madre se toman del cordón umbilical inmediatamente después del parto de un bebé. Dichas células se analizan, se tipifican, se cuentan y se congelan hasta que se necesiten para un trasplante. La sangre del cordón umbilical requiere una compatibilidad menos rigurosa debido a que las células madre están muy inmaduras.
La médula ósea es trasplantada principalmente en ciertos cánceres como leucemia (producción de glóbulos blancos anormales), linfoma y mieloma múltiple, enfermedades como anemia drepanocítica (glóbulos rojos con  forma anormal), anemia aplásica (afección en la cual la médula ósea no logra producir apropiadamente células sanguíneas), talasemia (trastorno sanguíneo en el cual el cuerpo produce una forma anormal de hemoglobina que ocasiona destrucción de los glóbulos rojos y anemia), neutropenia congénita (número anormalmente bajo de glóbulos blancos llamados neutrófilos, que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones) o síndromes de inmunodeficiencia severa. Además también se utiliza como trasplante de rescate para reemplazar la médula ósea cuando el tratamiento para el cáncer ha destruido la médula ósea del paciente. 




REQUISITOS DEL DONANTE
La cirugía de trasplante de médula ósea no se recomienda para:
  • Pacientes con enfermedades cardíacas, renales, pulmonares y hepáticas
  • Pacientes con otras enfermedades que pueden limitar la supervivencia
Para poder donar tu médula, es necesario saber la "huella genética" (HLA) de las células que se donan y que coincidan con las del receptor. La probabilidad de encontrar un donante idéntico es muy escasa. Solamente hace falta un sencillo análisis de sangre para identificar tu "huella genética" (HLA). Se realiza, una vez hayas rellenado un formulario de consentimiento informado. 

Normalmente el donante es un hermano o un familiar directo, pero el 70% de los pacientes que requieren un trasplante no disponen de un familiar compatible. Estos pacientes sólo podrán ser curados si se localiza un donante no familiar compatible. Para localizar donantes no familiares compatibles, se han creado los Registros de donantes voluntarios.

Para ser incluido en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO) hay que tener entre 18 y 55 años y no haber padecido enfermedades graves o transmisibles. Los pasos a realizar son:
1) Informarse sobre la donación y aclarar todas las dudas en el Centro de Referencia más cercano al domicilio.
2) Facilitar los datos básicos (edad, dirección, teléfono, breve historial clínico).
3) Consentir extracción de una muestra de sangre para estudiar sus características de histocompatibilidad y que una pequeña cantidad sea guardada en el laboratorio.
4) Firmar la hoja de inscripción en el Registro otorgando consentimiento para ser inscrito como donante de medula ósea o sangre periférica y autorizar la entrada de  datos básicos y de compatibilidad en la base de datos de REDMO. 

A partir de este momento se queda a la espera de que un paciente precise donación. Una vez que esto ocurra, la decisión de emplear medula ósea o sangre periférica depende exclusivamente de las necesidades del enfermo. Para realizar la extracción de médula se realizará antes una revisión médica completa, análisis de sangre, radiografías y ECG para valorar que pueda ser anestesiado sin riesgos y una o dos extracciones de sangre que será devuelta en el momento de la donación. 

Existen dos técnicas de extracción de la médula ósea. La utilización de una u otra dependerá del criterio médico.
a. Se realiza en un hospital, bajo anestesia general o epidural, mediante punción, con agujas repetidas de las crestas ilíacas posteriores (prominencias óseas de la parte posterior y superior de la cadera). Su duración aproximada es de 1 hora. Al día siguiente el donante puede regresar a su domicilio. La médula ósea que se obtiene se procesa para separar la sangre y los fragmentos de hueso. La médula ósea recolectada se puede combinar con un preservativo y congelarse para mantener las células madre vivas hasta que se necesiten. Las células madre se pueden criopreservar por muchos años.
b. Consiste en hacer pasar sangre extraída de una vena del brazo (o catéter venosos central) a través de unas máquinas denominadas separadores celulares. Estas máquinas son unas centrífugas especiales que recogen las células madre y devuelven el resto de la sangre al donante a través de una vena del otro brazo. La duración del proceso oscila entre 3 y 6 horas, pudiéndose repetir al día siguiente si se precisan más células. Esta técnica es de tipo ambulatoria, por lo que no requiere ingreso. Con esta técnica, unos días antes de la donación se le administrarán los factores de crecimiento hematopoyético por vía subcutánea, Deberá recibirlos cada 12 ó 24 horas durante 4-5 días.

Las células extraídas se regeneran aproximadamente en dos semanas. Los problemas secundarios importantes son poco probables, aunque pueden existir y dependen del método de extracción. Unos derivan de la anestesia general y otros de la propia técnica. Entre ellos se encuentran irritación de la garganta, ronquera y nauseas y vómitos tras la anestesia junto con molestias en la zona de punción.

PROCEDIMIENTO                                  
Antes del trasplante, se insertan uno o dos catéteres dentro de los vasos sanguíneos más grandes, normalmente en el cuello, para que reciba tratamientos, líquidos y, algunas veces, nutrición.
Muchos pacientes reciben altas dosis de quimioterapia, radioterapia o ambas antes del trasplante de médula ósea. Esto se denomina tratamiento ablativo (o mieloablativo) y destruye cualquier tipo de células cancerosas que pudieran quedar creando espacio en la  lmédula ósea para que las nuevas células madre crezcan. En la actualidad, algunos pacientes están recibiendo menos quimioterapia y radiación antes de su trasplante. Esto se denomina trasplante de intensidad reducida o "mini" trasplante.

Después del acondicionamiento, el paciente está listo para la infusión de médula ósea, la cual toma de 10 a 20 días para establecerse por sí misma. Durante este tiempo el paciente requiere apoyo con trasfusiones de células sanguíneas. 

El paciente llevará a cabo el trasplante de células madre a través de una sonda llamada catéter venoso central o periférico y es un proceso similar a recibir una transfusión de sangre. Las células van directamente al torrente sanguíneo y encuentran su propio camino hacia la médula ósea. Por lo regular, no se requiere ninguna cirugía.
Al recibir células madre, un paciente puede tener estos síntomas: Dolor, escalofríos, fiebre, ronchas, dolor torácico, reducción de la presión arterial, dificultad para respirar, náuseas, sofoco, dolor de cabeza, sabor raro en la boca.



COMPLICACIONES
  • Infecciones
  • Sangrado en los pulmones, los intestinos, cerebro y cualquier otra parte del cuerpo
  • Dolor
  • Anemia
  • Diarrea, náuseas y vómitos
  • Mucositis severa (inflamación y dolor) en la boca, la garganta, el esófago y el estómago
  • Daño a los riñones, el hígado, los pulmones y el corazón
  • Cataratas
  • Menopausia temprana
  • Enfermedad injerto-contra-huésped que sucede cuando las células del donante atacan su propio cuerpo. En los primeros meses después del trasplante, los síntomas pueden ser una erupción cutánea, diarrea o exámenes del hígado anormales. Posteriormente pueden ser ojos o boca resecos, tensión de la piel, cicatrización en los pulmones, diarrea crónica y otros problemas.
  • Insuficiencia de un injerto, lo cual significa que las nuevas células no se establecen dentro del cuerpo y comienzan a producir células madre
  • Los niños que reciben trasplantes pueden tener retraso del crecimiento.
POSTRASPLANTE
El período de hospitalización es de cuatro a seis semanas, tiempo durante el cual el paciente es aislado y puesto bajo control estricto debido al aumento del riesgo de infección. El paciente requiere de un seguimiento cuidadoso durante dos o tres meses después de que es dado de alta. Al sistema inmunitario le puede tomar de seis meses a un año para recuperarse por completo de este procedimiento.

Los posibles resultados de un trasplante de médula ósea son la cura completa de la enfermedad que se está tratando, una cura parcial o la muerte. La muerte puede ser causada por complicaciones del trasplante de médula ósea o debido a que el trasplante no funcionó para tratar la enfermedad.
No se sabe con precisión cuando se produce la recuperación pues depende de las mejoras de cada paciente pero, en la mayoría de los casos,  una recuperación total tarda hasta 12 meses en ser alcanzada.


viernes, 24 de diciembre de 2010

Trasplante CARDÍACO

Es una cirugía para extirpar un corazón lesionado o enfermo y reemplazarlo por el corazón sano de un donante.
El primer trasplante de corazón humano fue efectuado en diciembre de 1967 por el equipo del Dr. Barnard. El éxito inicial de esta intervención alentó grandes esperanzas de cara a su posible práctica en pacientes con enfermedades del corazón que impiden el normal funcionamiento de este órgano y llevan irremediablemente a la muerte.

REQUISITOS
Un trasplante de corazón se puede recomendar para:
• Angina severa que ya no se pueda tratar con medicamentos o cirugías para reparar las arterias coronarias.
• Insuficiencia cardíaca severa cuando los medicamentos, otros tratamientos y la cirugía ya no sirvan. Las posibles causas de la insuficiencia cardíaca son:
o arteriopatía coronaria
o miocardiopatía (enfermedad del músculo cardíaco)
o valvulopatía cardíaca con insuficiencia cardíaca congestiva
• Anomalías cardíacas severas que estaban presentes al nacer y no se pueden reparar con cirugía.
• Ritmo cardíaco anormal y potencialmente mortal o ritmos que no responden a otra terapia
La cirugía de trasplante de corazón puede no ser recomendable para pacientes que:
• Hayan tenido cáncer
• Infecciones como hepatitis que se consideren activas
• Diabetes insulino-dependiente con funcionamiento deficiente de otros órganos
• Enfermedad hepática, renal, neurológica o pulmonar
• Desnutrición
• Otras enfermedades que afecten los vasos sanguíneos del cuello y la pierna
• Tabaquismo, alcoholismo y drogadicción u otros hábitos del estilo de vida que puedan dañar el nuevo corazón
El médico también puede desaconsejar el trasplante de corazón si hay preocupación de que el paciente no pueda cumplir con las muchas visitas de control en el hospital y el consultorio médico, los exámenes y los medicamentos necesarios para mantener el nuevo corazón saludable.

ANTES DEL TRASPLANTE
Una vez que el médico lo remita a un centro de trasplantes, usted será evaluado por el equipo que realiza el procedimiento. Ellos necesitarán verificar que usted llene los requisitos para el trasplante. Usted tendrá varias visitas en el transcurso de varias semanas o incluso meses y será necesario que le saquen sangre y le tomen radiografías. Lo siguiente también se puede hacer:
• Exámenes de sangre o de piel para verificar la presencia de muchas infecciones
• Exámenes para evaluar el corazón, como electrocardiografía, ecocardiografía, cateterismo cardíaco
• Exámenes para buscar cáncer
• Determinación del grupo sanguíneo e histotipado para ayudar a verificar que su cuerpo no vaya a rechazar el corazón donado
Usted también querrá evaluar uno o más centros de trasplantes para ver cuál le sirve más:
• Pregúnteles cuántos trasplantes llevan a cabo cada año y cuáles son sus tasas de supervivencia. Compare estas cifras con las de otros centros.
• Pregunte acerca de grupos de apoyo que ellos tengan disponibles y cuánta ayuda ofrecen con la gestión de viáticos y alojamiento.
Si el equipo de trasplantes cree que usted es un buen candidato, lo pondrán en una lista de espera nacional para un corazón:
• Su lugar en la lista se basa en varios factores. Los factores claves incluyen el tipo y severidad de su cardiopatía, al igual que la probabilidad de que el trasplante vaya a tener éxito.
• La cantidad de tiempo que usted pasa en una lista de espera por lo regular NO es un factor que determine la prontitud con la cual le conseguirán un corazón, excepto en el caso de los niños.
La mayoría de los pacientes, pero no todos, que esperan trasplantes del corazón están muy enfermos y necesitan estar hospitalizados. Muchos requerirán algún tipo de dispositivo que le ayude a su corazón a bombear suficiente sangre al cuerpo; con mucha frecuencia, se trata de un dispositivo de asistencia ventricular.

PROCEDIMIENTO
El órgano a trasplantar debe prevenir de un individuo joven que no haya padecido afecciones crónicas. Una vez paralizadas sus funciones cerebrales, ha de poder mantenerse la actividad del corazón por procedimientos artificiales hasta el momento de la extracción. Tras extirpar el órgano, éste se conserva en una solución salina fría, en un recipiente especial, para que no se dañe por la falta de oxigenación. Los preparativos a efectuar antes del trasplante han de ser extraordinariamente rápidos. La duración de la operación oscila entre media hora o setenta y cinco minutos, período aceptable para proceder a una reanimación del funcionamiento cardíaco.

COMPLICACIONES
Los riesgos del trasplante incluyen:
• Coágulos de sangre (trombosis venosa profunda)
• Daño a los riñones, el hígado u otros órganos del cuerpo a raíz de los medicamentos antirrechazo (inmunodepresión)
• Ataque cardíaco o accidente cerebrovascular
• Problemas del ritmo cardíaco
• Aumento del riesgo de infecciones debido a los medicamentos antirrechazo (inmunodepresión)
• Infecciones de heridas

POSTRASPLANTE
Usted debe esperar una hospitalización durante 7 a 21 días después de un trasplante del corazón. Las primeras 24 a 48 horas probablemente serán en la unidad de cuidados intensivos (UCI).
El período de recuperación es de aproximadamente 6 meses. Con frecuencia, el equipo que realiza el trasplante le solicitará que permanezca muy cerca al hospital durante los primeros 3 meses. Los pacientes necesitan hacerse chequeos regulares con examen de sangre y radiografías durante muchos años.
Combatir el rechazo es un proceso continuo. El sistema inmunitario considera al órgano trasplantado como una infección y lo combate. Por esta razón, los pacientes con trasplante deben tomar medicamentos, como ciclosporina y corticosteroides, para inhibir la respuesta inmunitaria del cuerpo. Tomar los medicamentos y seguir las instrucciones al pie de la letra es muy importante para prevenir el rechazo.
Con frecuencia, se hacen biopsias del miocardio cada mes durante los primeros 6 a 12 meses después del trasplante y con menor frecuencia después de ese tiempo. Esto le ayuda al médico a determinar si su cuerpo está rechazando el nuevo corazón, incluso antes de que empiecen síntomas.

RESULTADO
El trasplante de corazón prolonga la vida de un paciente que de otra manera moriría. Cerca del 80% de las personas a quienes se les practican trasplantes de corazón siguen vivos dos años después de la cirugía. El principal problema, como sucede con otros trasplantes, es el rechazo al injerto. Si el rechazo se puede controlar, la supervivencia puede aumentar hasta 10 años.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Trasplante de HÍGADO

Una operación de trasplante de hígado elimina todo o una parte del hígado lesionado, y lo reemplaza con un hígado entero o un hígado o segmento reducido.

El primer trasplante de hígado en un ser humano fue llevado a cabo en 1963, en Estados Unidos, por el equipo del Dr. Starlz. Sin embargo, los problemas técnicos de este tipo de intervención quirúrgica y en especial, el rechazo del órgano trasplantado, hicieron que la práctica del trasplante hepático, en un principio acogida con gran entusiasmo, se dejara posteriormente de lado. Hoy en día, en cambio, gracias a los adelantos médico-quirúrgicos experimentados en los últimos años, el trasplante de hígado ha cobrado un nuevo auge y ha dejado de ser considerado como un tratamiento meramente experimental.
Históricamente, las personas que requerían trasplantes de hígado debían esperar un hígado entero de alguien que acababa de morir o con sus órganos internos funcionando perfectamente que tenía “muerte cerebral”. Era esencial que el hígado donante fuera lo más joven posible y no tuviera enfermedad ni daño —algo poco común en el hígado de personas que acaban de morir.

En años pasados, los niños que necesitaban hígado la pasaban muy mal. Los hígados adultos, que constituían la mayoría de las donaciones, literalmente eran demasiado grandes para ellos. Además, los sistemas inmunológicos de los niños tendían a rechazar el hígado más rápidamente que los de los adultos receptores de órganos.

Sin embargo, en los últimos años se han realizado trasplantes segmentarios cada vez con más frecuencia. Este enfoque permite que un hígado adulto de un donante fallecido o cadavérico, sea reducido para que le sirva a un niño. En trasplantes de hígado dividido, dos pacientes de trasplante pueden compartir un hígado donante. La parte más pequeña va para un niño y la parte más grande para un adulto. Esta capacidad de trasplantar un segmento de hígado resulta ideal para los niños, quienes no pueden albergar un hígado adulto entero. Esto permite un avance en la donación de hígados para satisfacer la necesidad de órganos entre niños que requieren hígados nuevos.

Otro gran avance reciente para los niños ha sido el trasplante de hígado de donante vivo (LDLT) (live donor liver transplantation). Este es un procedimiento en el que una persona viva dona una parte de su hígado a otra. La primera operación LDLT tuvo lugar en Estados Unidos en 1989 cuando un niño recibió un segmento del hígado de su madre.


REQUISITOS
Un trasplante de hígado se puede recomendar en caso de:
La cirugía de trasplante del hígado no se recomienda a pacientes que tengan:
  • Ciertas infecciones, como tuberculosis u osteomielitis
  • Dificultad para tomar medicamentos varias veces cada día por el resto de sus vidas.
  • Cardiopatía, neumopatía o hepatopatía (u otras enfermedades potencialmente mortales).
  • Antecedentes de cáncer.
  • Diabetes insulinodependiente.
  • Infecciones como hepatitis que se considera que están activas
  • Tabaquismo, alcoholismo o drogadicción u otros hábitos de estilo de vida peligrosos.
  • Otras enfermedades potencialmente letales.

ANTES DEL TRASPLANTE
Cuando el médico lo remita a un centro de trasplantes, el equipo que realiza la intervención le hará una evaluación. Ellos necesitarán verificar que usted sea un buen candidato para un trasplante de hígado. Usted hará unas cuantas visitas durante varias semanas o meses y necesitará que le saquen sangre y le tomen radiografías.
Los exámenes que se hacen antes del procedimiento abarcan:
  • Histotipado y determinación del grupo sanguíneo para verificar que su cuerpo no vaya a rechazar el hígado donado.
  • Exámenes de sangre o pruebas cutáneas para verificar si hay infección.
  • Exámenes del corazón como un ECG, ecocardiografía o cateterismo cardíaco.
  • Exámenes para buscar cáncer incipiente.
  • Exámenes para observar su hígado, vesícula biliar, páncreas, intestino delgado y vasos sanguíneos alrededor del hígado.
Usted también querrá evaluar uno o más centros de trasplantes para ver cuál le sirve más:
  • Pregunte en el centro cuántos trasplantes llevan a cabo cada año y cuáles son sus tasas de supervivencia. Compare estos números con los de otros centros de trasplantes.
  • Pregunte qué grupos de apoyo tienen disponibles y cuánta ayuda ofrecen con la gestión de viáticos y alojamiento.
Si el equipo que realiza el trasplante piensa que usted es un buen candidato para un trasplante de hígado, lo pondrán en una lista de espera nacional.
  • Su lugar en la lista de espera se basa en muchos factores. Los factores claves abarcan el tipo de problemas hepáticos que usted tenga, qué tan severa es su enfermedad y la probabilidad que un trasplante vaya a tener éxito.
  • La cantidad de tiempo que usted pasa en una lista de espera por lo regular no es un factor que determine la prontitud con la cual le conseguirán un hígado, con la posible excepción de los niños.

PAUTAS A SEGUIR
Mientras esté esperando un hígado, siga estos pasos:
  • Siga cualquier dieta que su equipo de trasplantes el recomiende.
  • No beba alcohol.
  • No fume.
  • Mantenga su peso en el rango apropiado. Siga el programa de ejercicios que su médico le recomiende.
  • Tome todos los medicamentos que le receten. Infórmele al equipo que realiza el trasplante sobre cambios en sus medicamentos y cualquier tipo de problemas de salud nuevos o que estén empeorando.
  • Asista a control regular con su médico y el equipo que realiza el trasplante en cualquier cita que se haya programado.
  • Verifique que el equipo que realiza el trasplante tenga sus números de teléfono correctos, de manera que le puedan avisar inmediatamente si hay un hígado disponible. Asegúrese de que, sin importar adónde vaya, lo puedan contactar de manera rápida y fácil.
  • Tenga todo listo con anticipación para ir al hospital.
Los días previos y el día del procedimiento:
  • No tome aspirina ni otros antiinflamatorios durante una semana antes de la cirugía, a menos que el médico indique lo contrario. Es posible que también tenga que dejar de tomar anticoagulantes. Por ejemplo, clopidogrel (Plavix), warfarina (Coumadin) o ticlopidina (Ticlid). Consulte con el médico.
  • Su estómago debe estar vacío antes de la cirugía, así que no coma o beba nada después de media noche, o una vez que esté enterado de que hay un hígado disponible.
  • Es posible que le apliquen un enema para vaciar los intestinos y evitar estreñimiento después de la cirugía.
  • Su pecho y abdomen deberán estar rasurados para prevenir la infección.

PROCEDIMIENTO
Un hígado donado puede ser de:
  • Un donante que haya muerto recientemente y que no haya tenido lesión hepática. Este tipo de donante se llama donante cadavérico.
  • Algunas veces una persona sana donará parte de su hígado a un paciente. Este tipo de donante se conoce como vivo. El hígado puede regenerarse por sí solo. Ambas personas generalmente terminarán con sus hígados funcionando bien después de un trasplante exitoso.
Cuando se dispone de un órgano procedente de un donante cadavérico, UNOS ofrece el hígado a un centro de trasplante, para un paciente determinado. El paciente es internado en el hospital. Mientras el equipo donante consigue el hígado donado, el equipo receptor comienza a preparar al paciente. El hígado lesionado es extirpado y en su lugar se coloca el hígado sano. Por lo general, la operación dura de seis a ocho horas.

En el transplante de hígado de un donante vivo, dos equipos realizan la operación al donante y al receptor simultáneamente. A medida que un equipo extirpa el hígado enfermo del receptor, el otro equipo quirúrgico retira alrededor de la mitad del hígado normal del donante. En las operaciones LDLT, por lo general se extirpa el segmento lateral izquierdo del hígado del adulto. Las venas y arterias críticas del donante adulto quedan intactas. Se extirpa el hígado del niño y se implanta el segmento lateral izquierdo del donante. Una vez terminada la operación del donante, ambos equipos completan el trasplante fijando el medio hígado al receptor. La operación del donante por lo general toma unas cinco horas y la del receptor unas 10 horas.




COMPLICACIONES
  • Rechazo al hígado transplantado.
  • Sangrado excesivo.
  • Infección.
  • Obstrucción o derrame en el conducto biliar.
  • Alergia a la anestesia.
  • Complicaciones de los medicamentos inmunosupresores que deben tomarse de por vida después de recibir este tipo de trasplante (estas complicaciones pueden incluir infección grave y cáncer).
  • Coágulos sanguíneos en las arterias principales.
  • Complicaciones neurológicas, como ataques.


RESULTADO
El tiempo de recuperación varia y puede depender, en parte, de su estado general de salud antes del transplante. La mayoría de los pacientes regresan a sus actividades de forma normal o casi normal de 6 a 12 meses después de su transplante.
Para reducir la probabilidad de que su cuerpo rechace el hígado donado, necesitará tomar medicamentos inmunosupresivos para el resto de su vida. tales medicamentos tienen efectos colaterales potenciales, así que asegúrese de discutir las precauciones especiales con su médico.