BIENVENIDA



Hola, somos Laura e Iria, y queremos daros
a todos la bienvenida a nuestro blog, en el que trataremos de publicar la máxima información acerca de los trasplantes.
Esperamos que os guste.
Un saludo.
Gracias.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Trasplante de MÉDULA ÓSEA

En España los trasplantes de médula ósea comenzaron en 1981. El procedimiento consiste en depositar células madre de médula ósea sana en un paciente, logrando reemplazar la médula ósea que no está funcionando correctamente o que ha sido destruida por quimioterapia o radiación. Existen tres tipos: 
  • Trasplante autólogo (autotrasplante) Las células madre se toman del paciente antes de que éste reciba tratamiento de radioterapia o quimioterapia. Una vez realizada, el paciente recibe las células madre de nuevo.
  • Trasplante Alogénico (Alotrasplante): Las células madre provienen de la médula ósea del donante o de su sangre. La mayoría de las veces, un donante debe tener el mismo tipo genético del paciente, de modo que su sangre "sea compatible" con la del paciente. Los exámenes de sangre especiales establecerán si un posible candidato es un donante compatible con el paciente.
  •  Trasplante de sangre del cordón umbilical: Las células madre se toman del cordón umbilical inmediatamente después del parto de un bebé. Dichas células se analizan, se tipifican, se cuentan y se congelan hasta que se necesiten para un trasplante. La sangre del cordón umbilical requiere una compatibilidad menos rigurosa debido a que las células madre están muy inmaduras.
La médula ósea es trasplantada principalmente en ciertos cánceres como leucemia (producción de glóbulos blancos anormales), linfoma y mieloma múltiple, enfermedades como anemia drepanocítica (glóbulos rojos con  forma anormal), anemia aplásica (afección en la cual la médula ósea no logra producir apropiadamente células sanguíneas), talasemia (trastorno sanguíneo en el cual el cuerpo produce una forma anormal de hemoglobina que ocasiona destrucción de los glóbulos rojos y anemia), neutropenia congénita (número anormalmente bajo de glóbulos blancos llamados neutrófilos, que ayudan al cuerpo a combatir las infecciones) o síndromes de inmunodeficiencia severa. Además también se utiliza como trasplante de rescate para reemplazar la médula ósea cuando el tratamiento para el cáncer ha destruido la médula ósea del paciente. 




REQUISITOS DEL DONANTE
La cirugía de trasplante de médula ósea no se recomienda para:
  • Pacientes con enfermedades cardíacas, renales, pulmonares y hepáticas
  • Pacientes con otras enfermedades que pueden limitar la supervivencia
Para poder donar tu médula, es necesario saber la "huella genética" (HLA) de las células que se donan y que coincidan con las del receptor. La probabilidad de encontrar un donante idéntico es muy escasa. Solamente hace falta un sencillo análisis de sangre para identificar tu "huella genética" (HLA). Se realiza, una vez hayas rellenado un formulario de consentimiento informado. 

Normalmente el donante es un hermano o un familiar directo, pero el 70% de los pacientes que requieren un trasplante no disponen de un familiar compatible. Estos pacientes sólo podrán ser curados si se localiza un donante no familiar compatible. Para localizar donantes no familiares compatibles, se han creado los Registros de donantes voluntarios.

Para ser incluido en el Registro de Donantes de Médula Ósea (REDMO) hay que tener entre 18 y 55 años y no haber padecido enfermedades graves o transmisibles. Los pasos a realizar son:
1) Informarse sobre la donación y aclarar todas las dudas en el Centro de Referencia más cercano al domicilio.
2) Facilitar los datos básicos (edad, dirección, teléfono, breve historial clínico).
3) Consentir extracción de una muestra de sangre para estudiar sus características de histocompatibilidad y que una pequeña cantidad sea guardada en el laboratorio.
4) Firmar la hoja de inscripción en el Registro otorgando consentimiento para ser inscrito como donante de medula ósea o sangre periférica y autorizar la entrada de  datos básicos y de compatibilidad en la base de datos de REDMO. 

A partir de este momento se queda a la espera de que un paciente precise donación. Una vez que esto ocurra, la decisión de emplear medula ósea o sangre periférica depende exclusivamente de las necesidades del enfermo. Para realizar la extracción de médula se realizará antes una revisión médica completa, análisis de sangre, radiografías y ECG para valorar que pueda ser anestesiado sin riesgos y una o dos extracciones de sangre que será devuelta en el momento de la donación. 

Existen dos técnicas de extracción de la médula ósea. La utilización de una u otra dependerá del criterio médico.
a. Se realiza en un hospital, bajo anestesia general o epidural, mediante punción, con agujas repetidas de las crestas ilíacas posteriores (prominencias óseas de la parte posterior y superior de la cadera). Su duración aproximada es de 1 hora. Al día siguiente el donante puede regresar a su domicilio. La médula ósea que se obtiene se procesa para separar la sangre y los fragmentos de hueso. La médula ósea recolectada se puede combinar con un preservativo y congelarse para mantener las células madre vivas hasta que se necesiten. Las células madre se pueden criopreservar por muchos años.
b. Consiste en hacer pasar sangre extraída de una vena del brazo (o catéter venosos central) a través de unas máquinas denominadas separadores celulares. Estas máquinas son unas centrífugas especiales que recogen las células madre y devuelven el resto de la sangre al donante a través de una vena del otro brazo. La duración del proceso oscila entre 3 y 6 horas, pudiéndose repetir al día siguiente si se precisan más células. Esta técnica es de tipo ambulatoria, por lo que no requiere ingreso. Con esta técnica, unos días antes de la donación se le administrarán los factores de crecimiento hematopoyético por vía subcutánea, Deberá recibirlos cada 12 ó 24 horas durante 4-5 días.

Las células extraídas se regeneran aproximadamente en dos semanas. Los problemas secundarios importantes son poco probables, aunque pueden existir y dependen del método de extracción. Unos derivan de la anestesia general y otros de la propia técnica. Entre ellos se encuentran irritación de la garganta, ronquera y nauseas y vómitos tras la anestesia junto con molestias en la zona de punción.

PROCEDIMIENTO                                  
Antes del trasplante, se insertan uno o dos catéteres dentro de los vasos sanguíneos más grandes, normalmente en el cuello, para que reciba tratamientos, líquidos y, algunas veces, nutrición.
Muchos pacientes reciben altas dosis de quimioterapia, radioterapia o ambas antes del trasplante de médula ósea. Esto se denomina tratamiento ablativo (o mieloablativo) y destruye cualquier tipo de células cancerosas que pudieran quedar creando espacio en la  lmédula ósea para que las nuevas células madre crezcan. En la actualidad, algunos pacientes están recibiendo menos quimioterapia y radiación antes de su trasplante. Esto se denomina trasplante de intensidad reducida o "mini" trasplante.

Después del acondicionamiento, el paciente está listo para la infusión de médula ósea, la cual toma de 10 a 20 días para establecerse por sí misma. Durante este tiempo el paciente requiere apoyo con trasfusiones de células sanguíneas. 

El paciente llevará a cabo el trasplante de células madre a través de una sonda llamada catéter venoso central o periférico y es un proceso similar a recibir una transfusión de sangre. Las células van directamente al torrente sanguíneo y encuentran su propio camino hacia la médula ósea. Por lo regular, no se requiere ninguna cirugía.
Al recibir células madre, un paciente puede tener estos síntomas: Dolor, escalofríos, fiebre, ronchas, dolor torácico, reducción de la presión arterial, dificultad para respirar, náuseas, sofoco, dolor de cabeza, sabor raro en la boca.



COMPLICACIONES
  • Infecciones
  • Sangrado en los pulmones, los intestinos, cerebro y cualquier otra parte del cuerpo
  • Dolor
  • Anemia
  • Diarrea, náuseas y vómitos
  • Mucositis severa (inflamación y dolor) en la boca, la garganta, el esófago y el estómago
  • Daño a los riñones, el hígado, los pulmones y el corazón
  • Cataratas
  • Menopausia temprana
  • Enfermedad injerto-contra-huésped que sucede cuando las células del donante atacan su propio cuerpo. En los primeros meses después del trasplante, los síntomas pueden ser una erupción cutánea, diarrea o exámenes del hígado anormales. Posteriormente pueden ser ojos o boca resecos, tensión de la piel, cicatrización en los pulmones, diarrea crónica y otros problemas.
  • Insuficiencia de un injerto, lo cual significa que las nuevas células no se establecen dentro del cuerpo y comienzan a producir células madre
  • Los niños que reciben trasplantes pueden tener retraso del crecimiento.
POSTRASPLANTE
El período de hospitalización es de cuatro a seis semanas, tiempo durante el cual el paciente es aislado y puesto bajo control estricto debido al aumento del riesgo de infección. El paciente requiere de un seguimiento cuidadoso durante dos o tres meses después de que es dado de alta. Al sistema inmunitario le puede tomar de seis meses a un año para recuperarse por completo de este procedimiento.

Los posibles resultados de un trasplante de médula ósea son la cura completa de la enfermedad que se está tratando, una cura parcial o la muerte. La muerte puede ser causada por complicaciones del trasplante de médula ósea o debido a que el trasplante no funcionó para tratar la enfermedad.
No se sabe con precisión cuando se produce la recuperación pues depende de las mejoras de cada paciente pero, en la mayoría de los casos,  una recuperación total tarda hasta 12 meses en ser alcanzada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario